¿Qué es el Suelo Pélvico?
Como su nombre indica es la parte de abajo de la pelvis, donde reposan las vísceras abdomino-pélvicas: aparato digestivo, aparato urinario y órganos sexuales.
Estas vísceras se mantienen en su sitio porque: están superpuestas, por una serie de ligamentos, porque están adheridas entre sí y porque las sostienen también los músculos (y fascia) del suelo pélvico.
Estos músculos se entrecruzan y rodean los 3 canales que atraviesan el suelo pélvico: uretra, vagina y ano.
Músculos del plano superficial del periné: bulbo-cavernoso, isquiocavernoso, transverso superficial y esfínter estriado del ano.
Músculos del plano profundo del periné: esfinter externo de la uretra, músculos transversos profundos del periné (elevador del ano e isquiococcigeo)
Hay también que tener en cuenta, que cualquier músculo de nuestro cuerpo trabaja en coordinación con los que se encuentran adyacentes a él, por tanto, su estado, tensión o debilidad, también influyen.
El transverso del abdomen, que es el músculo más profundo del abdomen y que también se encarga de mantener las vísceras abdomino-pélvicas en su sitio, se activa de forma involuntaria a la vez que se activan los músculos del suelo pélvico.
El diafragma respiratorio influye directamente en las presiones que se ejercen en el suelo pélvico, tanto al respirar si estamos en una postura que nos pueda perjudicar o también porque ayuda a ejercer presión en la defecación y en el parto.
Los músculos del suelo pélvico funcionan por un sistema de presiones que deben estar bien equilibradas y coordinadas. Y aunque hay muchas personas en las que esto funciona bien y no tienen ningún problema, es un problema bastante frecuente. Para entenderlo sólo hay que pararse a pensar en que hace muchas generaciones nos desplazábamos a cuatro patas. Hemos evolucinado, pero nuestro suelo pélvico tiene que soportar mucho peso y este peso aumenta con las malas posturas y los esfuerzos (incluso ejercemos presión al hablar, cantar o elevar la voz).
Tipos de fibras musculares determinan el tipo de ejercicio que necesita un músculo:
A groso modo, podríamos decir que en nuestro suelo pélvico hay fibras voluntarias (fásicas) y fibras involuntarias (tónicas), según el tipo de fibras que queramos fortalecer tendremos que realizar unos ejercicios u otros.
Fibras voluntarias son aquellas que se activan voluntariamente, es decir, se contraen porque yo decido contraerlas. Las fibras musculares involuntarias, son aquellas que se contraen de forma involuntaria cuando el cuerpo lo cree conveniente. Por ejemplo, cuando camino, el suelo pélvico se contrae porque con el movimiento detecta que tiene que estar activo para mantener todos los órganos en su sitio.
Cuando sólo hacemos ejercicios de Kegel estamos trabajando sólo fibras voluntarias (15% de las fibras del suelo pélvico). Mientras que estaríamos dejando sin trabajar las fibras involuntarias (85% de las fibras musculares del suelo pélvico). ¿no creeis que es importante trabajar las fibras más numerosas?
¿Qué ocurre si tenemos debilidad en suelo pélvico?
Pues que esa debilidad nos puede generar incontinencia urinaria o fecal, es decir, escapes de orina, heces o gases cuando no queremos, problemas de prolapso (descenso de órganos o incluso salida de ellos por orificios naturales), dolor abdominal, pélvico o lumbar, problemas sexuales (desde molestias, dolor, imposibilidad de penetración, hasta impotencia, descenso de líbido y anorgasmia).
Lo que más te puedo aconsejar es que visites a tu fisio de suelo pélvico, pero sé que a la mayoría os cuesta mucho dar el paso, así que te dejo algunos consejos para mientras vas tomando conciencia de la importancia de nuestro trabajo.
Cosas sencillas que podemos hacer para mejorar o prevenir:
-Bajar nuestro nivel de grasa corporal si estamos en sobrepeso u obesidad.
-Orinar cuando tengas ganas y nunca aguantar más de 3 horas sin orinar.
-Defecar con un escalón bajo los pies para elevar las rodillas y modificar así la postura de tu pelvis. Esto influye en el ángulo ano-rectal y hace que el músculo puborectal ejerza menos tracción sobre el recto y las heces puedan circular mejor por el intestino.
-Hacer cambios en tu dieta: si tienes estreñimiento te aconsejo visitar a un nutricionista.
-hacer ejercicio físico: no todo vale, grandes deportistas tienen grandes problemas de suelo pélvico, generalmente porque se ha entrenado mucho el resto del cuerpo y no se ha tenido en cuenta esta zona tan expuesta a presiones.
-Mejorar la postura en estático y dinámico, es decir, tanto cuando estamos quietos como cuando estamos en movimiento.
-Trabajar la diástasis abdominal: es la separación de los músculos rectos del abdomen que se produce por ejemplo durante el embarazo. No sólo tienen diástasis del abdomen las mujeres tras un embarazo. Hay muchas personas que les pasa tras aumentar mucho su grasa abdominal visceral.
-Muchas veces cambiar la forma de hablar, sobre todo si tu trabajo implica hablar todo el tiempo como profes por ejemplo, lo suyo sería visitar a un logopeda. Yo doy algunos consejos a mis pacientes, pero lo suyo es trabajar con un profesional del tema.
-Ejercitar tu suelo pélvico: de forma voluntaria mediante ejercicios específicos y de forma involuntaria (los orgasmos también cuentan y mucho).
Espero que esta entrada al blog ayude a concienciar a más personas de los cuidados que necesita esta zona y que no se abandonen con sus problemas a dejar todo como está. Por mi trabajo, sé que los escapes de orina y el dolor en las relaciones sexuales son frecuentes, pero no deben ser vistos como algo normal porque se tratan y normalmente se solucionan con tratamiento de fisioterapia si el/la paciente se implican.
Quienes practican mucho deporte y/o deportes de impacto deben trabajar la zona con más importancia aún, porque generan más presiones y ponen en más dificultad a su suelo pélvico, y con ello a sus funciones (también a las sexuales, que son las que más complejo provocan).
Si te preocupa tu suelo pélvico y quieres venir a SP Fisioterapia sólo tienes que llamar o hablar por Whatsapp al 677608076, estaremos encantadas de ayudarte a solucionar tus problemas.